domingo, 13 de abril de 2008

El maestro Lucho Chang

Wu Rong Yan llegó al Perú a fines de los ochentas y se dedicó a la actividad empresarial, sobre todo a los negocios de hotelería y restaurante. El año 1990 tuve oportunidad de verlo hacer una lectura "al paso" a una simpática administradora de un restaurante chino al que fuimos a cenar. Entre otras cosas, el maestro le dijo que ella recién iba a establecerse al quinto matrimonio y luego de todos estos años pude comprobar que fue así, ya que efectivamente, esta dama recién formó un hogar estable al quinto compromiso, incluyendo matrimonios y convivencias.

El maestro Wu tuvo bastante amistad conmigo, debido a que me pidió que le ayudara en algunas gestiones, pero luego de un tiempo perdí contacto con él, hasta que un día conocí a su hija mayor, Huajia, quien era amiga de varias de mis alumnas de español y aunque ella nunca tomó clases conmigo, sí asistió a algunas actividades que organizaba para los alumnos, como las visitas a los museos. Sin embargo, yo desconocía que Huajia era hija del maestro Wu y sólo sabía que hacía negocios con su novio, quien ahora es su esposo y gran amigo, Johny Yang.

Un buen día, visitando a una de las alumnas en el restaurante en que trabajaba, me preguntó qué me parecía el feng shui del local, puesto que le pertenecía al padre de Huajia, quien era entendido en feng shui. A raíz de este comentario, surgió en mi la curiosidad por conocer al padre de Huajia y le pregunté a ella si podría consultarle acerca de la posibilidad de que nos diera clases de feng shui. Huajia, luego de consultar a su padre, me dijo que él esperaba mi llamada y me dio el número telefónico de su restaurante. Cuando lo llamé me llamó mucho la atención el hecho de que me diera explicaciones tan minuciosas acerca del feng shui y se tomara cerca de veinte minutos en hablarme acerca del feng shui de algunos lugares de nuestra ciudad de Lima, tanto en feng shui yang como en feng shui yin.

Lo primero que dijo fue que el feng shui tenía gran influencia en la vida de las personas, que un buen feng shui daba hijos obedientes, estudiosos y de prestigio, pero un mal feng shui producía gente depravada. Luego comenzó a hablar de algunos edificios e incluso del cementerio de una institución, indicando que el lugar tenía un verdadero dragón, pero que no se había aprovechado la orientación correcta.

Como mencioné hace un momento, tantas explicaciones por parte de una persona que yo suponía no conocía, me llamaron mucho la atención y luego de conversar con el maestro, acordamos una cita para evaluar la posibilidad de que diera unas clases a un grupo de amigos interesados en el feng shui. Cuál sería mi sorpresa cuando al acudir a su restaurante me encontré con un viejo amigo, al cual no veía por lo menos once años; entonces comprendí por qué la buena acogida a mi solicitud y todo el trabajo que se tomó en darme tantas explicaciones por teléfono.

Acordamos organizar un grupo de estudio para reunirnos una vez por semana en su restaurante, donde tenía una pequeña sala para recibir a sus visitas y realicé la convocatoria para reunir el grupo. Yo participaría como traductor y así nos aseguraríamos de que el avance fuera parejo en el curso. El grupo convocado fue muy interesante, ya que participó el doctor Ernesto Yi, quien por ser de la misma región que el maestro Lucho, hablaba una variante dialectal muy cercana a la de él. También tuvimos la participación de Roberto Echeverría, Roberto Aguilar, Jaime Barraza, Margarita Wong y eventualmente la de Julia Shu Chiang. La primera vez que el maestro Lucho vio a Julia, una chica tusán (china nacida en el país) joven, acercarse para un curso de feng shui, se sonreía y le decía: "¿Tú quieres aprender feng shui?". Esto más que malestar, le provocaba hilaridad a Julia, ya que ella ha estado en muchas oportundades en China y sabe lo conservadora que es la sociedad con respecto a ciertas tradiciones. Simplemente decía: "Mira cómo le da que hacer que yo estudie feng shui, todo porque soy mujer".

El maestro Wu, debido a la dificultad de pronunciación de su apellido, sobre todo porque en el dialecto se pronuncia "Ng" con un sonido nasal sin vocal, adoptó la costumbre de hacerse llamar Lucho Chang, que era la forma como lo conocían todos los empleados de su restaurante, así como sus clientes. Él venía de una familia muy conservadora en la que se practicaba el feng shui por varias generaciones e inició sus clases con los fundamentos del feng shui yin, es decir que comenzó en la manera tradicional, tal como se enseña en China y de la misma forma como él mismo aprendió.

Un hecho curioso fue que, al inicio de la primera clase, el maestro fue llamado repentinamente por su esposa y escuchamos voces alborotadas en su dialecto, por lo que cuando todo se calmó y él regresó a la mesa, le pregunté de qué se trataba, ya que yo no hablo el dialecto de Taishan y deseaba saber con certeza qué había ocurrido. El maestro contó que cuando se levantó ese día, tuvo un parpadeo en el ojo izquierdo, señal de un mal presagio, por lo que vio el calendario y se percató de que era un mal día. Lo que sucedió en ese momento en que acabábamos de iniciar la clase fue que una pareja de "clientes" entró al karaoke y aprovechando un descuido, robó toda la colección de discos, los cuales en esa época eran bastante caros y por ser originales se calculaba que sumaban algo de tres mil dólares. El maestro dijo que, ahora ya sabía qué era lo malo que sucedería ese día y comentó, haciendo un gesto en círculo, señalando a los presentes: "En China no se enseña el feng shui de esta manera, tal vez esto sea un aviso del Universo, que no quiere que se revelen sus secretos". Lo que quería él decir, era que en China nunca se realizaba la enseñanza del feng shui en forma grupal y que siempre era la transmisión sólo de un maestro a un discípulo, por lo que haber creado ese grupo iba contra sus principios.

Aún antes de que él diera esa explicación, cuando yo escuché que habían robado los discos, inmediatamente pensé: "Ahora van a culpar de ese robo a nuestra presencia y nos quedaremos sin clases". Efectivamente, cuando cumplimos el mes de clase, el maestro llegó tarde a nuestra última sesión del mes y se disculpó, explicando que su hermano mayor lo había llamado desde China y le había dicho que no enseñe feng shui, que sólo se dedique a la consulta, a ayudar a otras personas, pero que no enseñe, porque esto le iba a traer problemas. De esa manera se disolvió ese grupo de estudio, en el cual gozábamos además de una tertulia muy agradable, sin mencionar lo profundo de las enseñanzas del maestro.

En una ocasión llevé a dos estudiantes colombianas de feng shui a visitar al maestro Lucho y ellas preguntaron cuánto les cobraría él por un estudio de cuatro pilares. El maestro, se disculpó porque tenía múltiples ocupaciones, pero les preguntó sus fechas de nacimiento y realizó los cálculos sólo basándose en las rimas que toman como referencia las falanges de la mano, luego de lo cual les dijo algo acerca de sus vidas, luego señaló a una y le dijo: "Tú, primer hijo, hombre"; señaló a la otra y le dijo: "Tú, primer hijo, mujer. Yo sé, porque yo mira cara". Ellas se quedaron muy sorprendidas por la gran capacidad del maestro Lucho, aunque lo expresaron como "manejo de mucha información". Esta fue una de las últimas veces que lo vi haciendo consulta al paso.

En otra oportunidad fuimos a almorzar con una clienta y ella también le hizo una pregunta personal, acerca de su pareja. El maestro le preguntó su fecha de nacimiento y apenas dio una vuelta al cálculo en la palma de su mano le dijo: "Esa persona no tiene plata, él trabaja como empleado". Esa fue la última vez que vi al maestro Lucho poner en práctica sus conocimientos del feng shui.

Hace tres años lo llamé para hacerle una consulta personal, preguntándole si lo podía visitar debido a que tenía un tema bastante delicado para la consulta y el maestro Lucho me dijo: "Tengo dos hijos pequeños, ya no deseo tener ningún contacto con el feng shui, he hecho un restaurante y hotel nuevos y hace ya cinco años que no recibo ninguna consulta de feng shui y me va muy bien, no deseo que vengas a consultar nada de feng shui". Yo le dije entonces al maestro que, siendo la cultura china tan amplia, tendríamos muchos temas para conversar, por lo que, si a él no le incomodaba, igualmente deseaba visitarlo para recordar gratos momentos de amistad. El maestro dijo: "Eres bienvenido cuando gustes, pero no hablaremos nada de feng shui".

El maestro Lucho en su primer matrimonio tuvo dos hijas, la mayor de ellas es Huajia y la segunda An'an. Y fue en su segundo matrimonio que recién tuvo dos hijos varones, lo cual se considera en China como un karma auspicioso, ya que así el apellido prevalecerá. Es esta la razón por la cual él dejó de atender la consulta de feng shui, porque en su caso, los servicios que prestaba eran en muchos casos análisis de feng shui yin, donde las energías son muy densas y pueden traer enfermedades graves a los niños. Es importante tomar ésto en cuenta cuando se estudia feng shui, ya que siendo el maestro Lucho un experto en lectura de mano y rostro, cuatro pilares, feng shui de formas y de brújula, siendo que el feng shui fue la pasión de su vida y tuvo durante muchos años una biblioteca de lo más nutrida en temas de feng shui, debemos pensar que tuvo una razón muy particular para suspender esa actividad, sobre todo si proviene de una familia de maestros.

Sin embargo también debemos recordar que fue él una de las personas que contribuyó a que el nivel del feng shui se eleve en nuestro país, dando grandes enseñanzas a personas que hoy en día se consideran como conocedores de estos temas en nuestro medio.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
http://www.tianlongtan.com/

Primer Ch'im del Oráculo de Kuan Yin

Las respuestas del Oráculo de Kuan Yin se dan en Ch'im, los cuales a veces también se denominan Gua, aunque no tienen una relación directa con el I Ching, sin embargo es una costumbre china utilizar la expresión "Calcular los Gua" para diversas formas de oráculos, aunque estas otras formas no pertenezcan al I Ching.

Para que se tenga idea de cómo es una respuesta del oráculo, mostraremos el Primer Ch'im. Este es un Ch'im de Alto Auspicio y se considera el más auspicioso de todos, de la misma manera como el número cien se considera como el menos auspicioso de todos.

En la explicación de "Hogar: Ore por Felicidad", lo que quiere decir específicamente es que la energía de la casa tiene alguna contaminación que es posible disolver a través de los ritos, es decir que cuando uno lee este Ch'im como respuesta a una consulta por la casa, al ser un Ch'im de Alto Auspicio, la casa estará bien si es que se realizan los ritos.

A continuación el texto del Ch'im.

Primer Ch'im: Superior

Personajes antiguos: Zhong Li logra el Dao

El Poema

Se abren los Cielos y se apertura la Tierra propiciando destino favorable;
El día auspicioso y la buena hora, los Diez Mil Seres; todo está completo;
Si obtiene este auspicio no es un poder desdeñable;
El hombre practica la fidelidad y la rectitud; el Emperador lo promulga.

Palacio: Zi.

La Explicación

La urgencia apresura, el vaticinio apresura;
En este año aún no llega el momento;
Kuan Yin baja el pincel,
Dando al Caballero el aviso por adelantado.

Este Gua presenta la imagen de Pan Gu creando el Universo
Todos los asuntos serán auspiciosos.

En este Qian
Hogar: Ore por felicidad.
Estado personal: Respecto al dinero que busca, tendrá grandes ganancias en otoño o en invierno.
Transacción comercial o matrimonio se logran.
Hijos: Nacimiento de un varón
El caminante llegará a su destino.
Campos de cultivo, gusanos de seda y animales: Bueno.
Se encuentra a la persona que se busca.
Asunto judicial: Buen augurio.
El objeto perdido está en el nordeste.
Enfermedad: Kuan Yin se la llevará (a la enfermedad).
Tumba: Auspiciosa.

Cita de los personajes antiguos

Han Zhong Li, uno de los Ocho Inmortales. En tiempos de la dinastía Han, Zhong Li fue un general. Debido a que perdió la oportunidad, no llegó a tener un empleo importante en la corte. Renunció al cargo y se internó en la montaña Zhong Nan, donde vivió retirado del mundo y dedicado a cultivar el Dao, obteniendo posteriormente la transmisión del rey Dong Hua, logrando el Dao, convirtiéndose en el líder de los Ocho Inmortales. Otra leyenda dice que él se llamaba Zhong Dao Quan y que fue un hombre de tiempos de la dinastía Tang, tomando la autodenominación de “Han Zhong Li Quan que va errante por todo el imperio”. Luego de encontrarse con el rey Dong Hua, se internó en la montaña Kong Tong para refinar su esencia, por esto logró el Dao y se convirtió en genio, llamándose “El Señor de la Casa delas Nubes”. Posteriormente el emperador le confirió el título de Verdadero Hombre de los Palacios Izquierdo y Derecho del Taiji.

De los Cuentos de los Ocho Inmortales.

Traducción de Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
www.tianlongtan.com