sábado, 16 de agosto de 2008

I Ching: Libro con imágenes más que literarias

El método de consulta del I Ching a través de las varillas es más antiguo que los textos del Canon Antiguo de Zhou (I Ching) y en los textos grabados en los huesos del oráculo de Shang (aprox. S. XVII a S. XI A.C.) se encuentra la forma primitiva del carácter Shì que representa al brujo manipulando las varillas para consultar al oráculo. No sabemos mucho de esta forma primitiva de consulta al oráculo de varillas o Shì, pero suponemos que en esa época la consulta era básicamente a través de los trigramas y por la costumbre de repetir las preguntas para los asuntos de gran importancia, se desarrolló posteriormente el sistema de hexagramas.

Pero para inicios del periodo de Zhou del Oeste (S. XI a 771 A.C.), ya el sistema de adivinación de varillas tenía como objetivo principal obtener un hexagrama como respuesta a la consulta al oráculo y este hexagrama reflejaba la estratificación de la sociedad tal como se comenzó a desarrollar en el periodo de Zhou. Según algunos en esta época apareció el Bagua del Cielo Posterior o Hou Tian Ba Gua, porque se dice que con Zhou aparecen las ciudades tal como se conciben en nuestros días, es decir como una geografía artificial creada por el hombre.

Algo importante que se debe saber, es que el oráculo de varillas o Shì, no reemplazó al oráculo de huesos o Bu, sino que se desarrolló como una forma de oráculo paralela y en algunos casos como un sistema de oráculo de campaña que el rey podía consultar cuando se encontraba de viaje o durante las labores de construcción de una ciudad.

En aquella época, un tema que no se podía consutar a los oráculos, era la ubicación del Templo de los Antepasados del rey, ya que ésta había sido ya determinada por los fundadores de la dinastía y su existencia se basaba en la labor de sus antepasados, por lo que este tema quedaba fuera de toda consulta.

Para la fundación de una nueva ciudad, tampoco se consultaba al oráculo de varillas o Shì, sino que esta consulta se hacía con el oráculo de huesos o Bu; sin embargo, una vez que el ejército se encontraba en campaña para los trabajos de la fundación de la nueva ciudad, se podía consultar el Shì. De esta forma podemos ver que el Shì nunca reemplazó al oráculo de huesos, sino que fue una forma complementaria de oráculo. El oráculo de huesos o Bu se continuó consultando hasta fines del imperio, es decir hasta el año 1911 y existen textos donde constan todas las interpretaciones que se desarrollaron para este oráculo.

El I Ching o Canon Antiguo de los Cambios de Zhou, fue el producto de la experiencia acumulada de los letrados que consultaban al Shì. Cada vez que se hacía una consulta, se anotaba el resultado y a través de los siglos se fueron estableciendo respuestas o claves de respuesta para cada hexagrama y para cada línea. Estos textos heredaron parte del lenguaje del oráculo de huesos o Bu, por lo que algunos pensaron que el I Ching tenía su base en el Bu, pero no es así, ya que fueron dos formas diferentes de oráculo. Existe una tradición literaria que desarrolló paralelamente con las artes de adivinación y que se mantiene a través de frases o imágenes aún en nuestros días, ya que muchas frases del I Ching aparecen como analogías en nuevas formas oraculares más populares en la China actual.

Como la consulta al oráculo era un acto oficial y si no era hecha personalmente por el rey, era hecha por un funcionario de alto rango, el lenguaje que se utilizaba para su inerpretación era la antigua lengua de los letrados, forma del idioma escrito que si bien es cierto tuvo nacimiento en la lengua oral, se separó de esta para tomar formas propias que sólo los letrados podían comprender, tanto más si se trataba de conocimientos que se trataban de guardar con tanto celo como la consulta al oráculo, que se debe contemplar como lo que sería en nuestros días un cónclave o reunión de altos líderes en que se toman acuerdos secretos que tienen que ver con la seguridad nacional, de allí que todo el lenguaje de los textos apareciera en forma cifrada, lleno de claves numéricas e imágenes literarias, las cuales no se pueden interpretar si no se tiene un estudio específico de sus códigos originales.

A través de los textos del oráculo, los letrados transmitieron toda su experiencia de vida y su conocimiento del universo, el hombre y la sociedad, utilizando imágenes de la vida real y del entorno social de su tiempo, pero para a través de esas imágenes ocultar el mensaje de las líneas y darle la transmisión de ese conocimiento a aquellos que tuvieran la entereza de conservar los valores morales planteados por el I Ching.

Una imagen común o sentencia que se encuentra en el I Ching es "favorable para cruzar el gran río". Algunos estudiosos chinos dicen que en aquella época se hacían preguntas concretas al oráculo y que la respuesta a estas preguntas era también concreta y lo que se hizo fue simplemente anotar la respuesta, por lo que se entendería que en su momento alguien preguntó si las tropas podían cruzar el río para atacar al reino vecino en determinada época del año y el oráculo respondió que era favorable cruzar el río para atacar.

Sin embargo, el I Ching tiene sus propios códigos de lenguaje y esto lo vemos claramente en los textos de los herederos de la tradición transmitida por Confucio que dejaron de ser estudiados cuando el confucianismo se convirtió en la escuela que daba el sustento teórico a los letrados que postulaban en los exámenes imperiales. Si recurrimos a los textos que fueron desechados en el sistema de exámenes imperiales pero que siguieron en uso por los practicantes de las artes de adivinación, veremos que "favorable cruzar el gran río" tiene un significado propio en el I Ching.

Tomemos por ejemplo el hexagrama décimo tercero "Tóng Rén", traducido por Richard Wilhelm como "Comunidad con los hombres" y donde el dictamen del hexagrama según el gran maestro dice: "Comunidad con los hombres en lo libre: éxito. Es propicio atravesar las grandes aguas. Propicia es la perserverancia del noble". Vemos que la segunda frase habla de lo propicio de atravesar las grandes aguas, lo cual se puede también traducir como favorable cruzar el gran río. El carácter chuan que aparece en el texto original, significa río y está formado por tres líneas verticales paralelas, en japonés su pronunciación es "kawa".

En el hexagrama Tóng Rén, tenemos los trigramas Qian, Cielo, en la parte superior y Li, Fuego, en la parte inferior. En este hexagrama las líneas segunda y quinta están en complemento, es decir que la línea segunda es yin, mientras que la línea quinta es yang; ambas líneas son correctas, ya que la segunda posición del hexagrama es yin y la quinta posición es yang, es decir que en la segunda posición tenemos una línea yin en posición yin y en la quinta posición tenemos una línea yang en posición yang, por lo cual la relación entre estas dos líneas es correcta y deben tener una unión.

Para que la línea segunda se una a la línea quinta, debe pasar por las líneas yang tercera y cuarta hasta llegar a la quinta, con lo cual tenemos que se forma con estas tres líneas la imagen del trigrama Qian, es decir tres líneas yang.

Antiguamente también se escribían los hexagramas de derecha a izquierda con trazos verticales mientras se iban manipulando las varillas, era una forma práctica de ir anotando mientras se realizaba el rito de consulta al oráculo. Y en esta forma de anotación con líneas verticales, el trigrama Qian por el cual se debía desplazar la línea yin, tenía exactamente la misma forma que el ideograma chuan con que se escribía "río", por lo que la línea yin de la segunda posición, al atravesar el hexagrama hasta unirse con la quinta línea, pasaba a través de las tres líneas yang que semejaban al carácter chuan de río y como la unión de la línea yin con la línea quinta era favorable, se decía "favorable cruzar el gran río".

Debido a que el encuentro de estas líneas era conveniente y la línea yin debía atravesar a través de varias líneas yang y no quedarse con ninguna de ellas sino llegar hasta la quinta posición para tener su adecuada unión, es que se dice: "Favorable que el caballero persista en la virtud", es decir que ninguna de las uniones anteriores a la quinta es conveniente, ya que la línea tercera y la línea cuarta también son yang y por tanto la línea segunda podría unirse con cualquiera de estas dos, sin embargo, debe persistir en la virtud y perseverar en su avance hasta llegar a la unión con la línea quinta.

Estas imágenes son habituales en los textos del I Ching, el cual está repleto de ellas, así como de claves numéricas asociadas con los trigramas del Cielo Anterior y con los significados de las líneas de cada hexagrama y sus trigramas nucleares, por lo que es indispensable realizar un estudio adecuado para poder hacer una interpretación correcta de los textos del I Ching y comprender en toda su dimensión sus contenidos tanto en el aspecto adivinatorio, como en el plano filosófico, así como su carácter humanista y social.

Estudiemos entonces con dedicación esta joya de la literatura universal, piedra angular de las artes metafísicas chinas y aprendamos a conocer su lenguaje, así como sus profundos mensajes.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
http://www.tianlongtan.com/