viernes, 30 de octubre de 2009

Lo primero es el análisis de las formas

No era errada la manera como trabajaban muchos de los antiguos consultores de feng shui de China y de las comunidades chinas de ultramar cuando sólo se remitían a las formas y no realizaban cálculos de brújula, porque las formas son un elemento decisivo dentro del feng shui.

Si bien es cierto los cálculos astrológicos y de las energías magnéticas son muy útiles y nos revelan una serie de mecanismos misteriosos, debemos siempre recordar que todo cálculo astrológico o magnético debe siempre ir aparejado con el análisis de las formas y nunca realizarse de manera independiente.

Algo que también debemos recordar, es que las energías magnéticas y estelares están sujetas a variaciones de tiempo, es decir que su influencia varía según el periodo, así como según el año, mes, día y hora, de manera que en un año de Buey de Tierra como el actual, por ejemplo, la zona Liu Sha no tiene mayor poder y su influencia dañina no se puede desplegar.

En cambio las formas son permanentes, una forma persistirá y su influencia será constante e invariable hasta el momento en que uno decida cambiarla o realizar algo para contrarrestarla; es por eso que el primer análisis que se debe hacer en una casa es el de las formas.

Con una buena forma una mala estrella puede actuar, pero su influencia nefasta no es tan fuerte; además pasado un tiempo siempre aparece un signo externo donde hay una mala estrella, por lo que a través de las formas uno se da cuenta de dónde existe un problema en la energía.

Pero tampoco se puede pensar que las formas están antes que las estrellas como causa, eso sería como pensar que primero nos afiebramos y luego aparece la gripe; primero entra el virus en el organismo y luego aparecen los síntomas una vez que uno ya está enfermo. Las estrellas son las que dan origen a las formas, es decir que las formas son manifestación de una energía sutil que existe ya en el ambiente y una mala forma aparece donde hubo en algún momento determinado una mala influencia celeste, del mismo modo como una buena forma aparece donde hubo antes una buena influencia celeste.

Una mala forma pervierte la energía favorable de una estrella auspiciosa, de manera que por más que uno se esfuerce en realizar el mejor cálculo del sistema más avanzado que conoce, si ubica algo importante como una cama, un escritorio, una puerta, la caja registradora o la cocina en un lugar donde la forma no es favorable, el efecto será nefasto y no se conseguirá el auspicio que uno desaería.

Es por eso imprescindible comenzar el estudio desde las formas y luego conforme se va avanzando, las formas siempre se deben tener en cuenta y uno debe aprender los significados de las diferentes formas, tanto por sí mismas, como las asociaciones que estas formas tienen con las estrellas, sólo así se podrá hacer una buena asesoría.

Joseph Cruz Soriano
Centro Tian Long Tan
Astrología China, Feng Shui y Oráculos Tradicionales
http://www.tianlongtan.com/